La preparación apropiada para un examen o procedimiento puede reducir la ansiedad de un adolescente, estimular su cooperación y ayudarlo a desarrollar habilidades para enfrentar la situación.

Información   

Hay muchas formas de ayudar a un adolescente a prepararse para un procedimiento o examen médico.

Primero, se recomienda dar una explicación e información detallada acerca de las razones del procedimiento. Además, se debe permitir que el niño participe en la toma de la mayor cantidad de decisiones posibles.

Preparación antes del procedimiento

El procedimiento se debe explicar con la terminología médica correcta y se debe explicar la razón por la que se va a realizar el examen (se recomienda preguntar al médico la razón específica si no se está seguro). Una mayor comprensión de la necesidad del procedimiento puede reducir los niveles de resistencia y ansiedad del niño acerca del mismo.

Se debe describir lo que se siente durante el examen lo mejor que se pueda y permitir que el niño practique diferentes posiciones y movimientos que se puedan requerir para un determinado examen o procedimiento, como por ejemplo, la posición fetal para una punción lumbar.

Los padres deben ser honestos con sus hijos en cuanto a la incomodidad que se va a sentir, pero sin extenderse en el tema. Puede ayudar el hecho de hacer énfasis en los beneficios del procedimiento y que se tendrá más información cuando salgan los resultados. Se recomienda hablar de asuntos que el niño pueda encontrar agradables después del examen, como el hecho de sentirse mejor o regresar a casa. En caso de servir, se pueden utilizar las recompensas después del procedimiento, como ir de compras o al cine, si el niño es capaz de disfrutarlas.

En la medida de lo posible, se le debe describir al niño el manejo del equipo que se va a utilizar en términos sencillos y concretos.

Las siguientes son las sugerencias para que el niño permanezca calmado:

•Contar

•Respirar profundamente

•Relajarse (con pensamientos agradables)

•Apretar la mano del padre o de otra persona durante el procedimiento


Al niño se le debe permitir participar en el proceso de toma de decisiones, como la hora del día, la parte del cuerpo donde se debe realizar el procedimiento, ya que cuanto más control tenga la persona sobre dicho procedimiento, es probable que se presente menos dolor y ansiedad.

De igual forma, al adolescente se le puede permitir participar en algunas tareas sencillas durante el procedimiento, como sostener un instrumento, si se permite. Si desea tomar la mano del padre o de alguien más, se lo debe estimular a hacerlo, ya que esto realmente le ayuda a disminuir el dolor y la ansiedad debido a que le brinda una distracción.

Se debe hablar acerca de los riesgos potenciales. Los adolescentes comúnmente tienen muchas preocupaciones acerca de los riesgos, especialmente las que tienen que ver con cambios en la apariencia, la función mental y la sexualidad. Estos miedos se deben abordar de manera abierta y honesta en lo posible. Se debe suministrar información acerca de cambios en la apariencia física u otros posibles efectos secundarios perturbadores que puedan resultar del examen.

Para los niños mayores, pueden ser de gran ayuda las películas que muestran niños de su misma edad (compañeros de su edad que explican, demuestran y se someten al mismo procedimiento), de ahí que se puede preguntar al médico si hay disponibilidad de tales películas para que los adolescentes las vean.

Durante el procedimiento

Si el procedimiento se lleva a cabo en el hospital o en el consultorio del médico es mejor que el padre tenga la oportunidad de estar presente, aunque se debe respetar la decisión del adolescente con relación a la presencia de sus padres. Si al padre no se le ha pedido estar al lado del hijo, pero le gustaría hacerlo, se recomienda preguntar al médico si esto es posible, así como también preguntarle al hijo si le importaría su presencia. Dada la creciente necesidad de privacidad por parte del adolescente, no se debe permitir la presencia de compañeros ni hermanos para ver el procedimiento, salvo que él lo solicite.

Otras consideraciones:

•Solicitar al médico la posibilidad de limitar el número de extraños que ingresan y salen del cuarto durante el procedimiento, ya que esto puede aumentar la ansiedad.

•Solicitar que el médico que ha pasado la mayor parte del tiempo con el adolescente sea quien lleve a cabo el procedimiento.

•Solicitar el uso de anestesia, cuando pueda estar indicado, para reducir el grado de incomodidad que vaya a sentir el adolescente.

•El adolescente puede tener dificultad con una nueva figura de autoridad que entra a su vida (en este caso, el médico). Este problema se puede minimizar si un médico de la familia realiza la prueba; de otra manera, el adolescente podrá ofrecer algo de resistencia a los procedimientos. En tal caso, se lo debe preparar con anticipación acerca de la posibilidad de que un médico extraño realice el procedimiento.

12 a 18 años

Unidad de Sueño